Escribe Carolina Mantegari del AsisCultural, especial para JorgeAsisDigital.com

Avanza el bullrichismo. Con el intento de renovar la épica de Carlos Menem de 1988.

Cuando Menem venció a Antonio Cafiero, el que tenía a su favor la totalidad del “aparato partidario”.

Y la señora Patricia Bullrich, la Montonera del Bien, aspira a vencer al rival poderoso “que tiene todos los fierros”. Horacio Rodríguez Larreta, Geniol.

Le Maire de Buenos Aires se postula -como la Bullrich y la señora María Eugenia Vidal, La Chica de Flores de Girondo- para ser el próximo presidente de la Argentina. Tiene un plan integral económico, adquirido «llave en mano». Una meticulosa vocación de consenso. Y es portador del «no conflicto». Como proyecto suena razonable.

El antojo presidencial de los tres representantes de la Mutual PRO es compartido con el aliado Facundo Manes. El neurólogo que supo aplicar el Viagra 100 a la Unión Cívica Radical.

El Sildenafil llegó a estimular también al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, El Milagrito.

Cinco pretendientes de la coalición Juntos por el Cambio, que artificialmente mantiene su integridad. Se evita la perforación derivada de la conflictiva relación de los radicales con el caudillo célebre que figura como emperador del espacio y ya no aguanta «el índice de radicalismo en sangre».

Es Mauricio Macri, El Ángel Exterminador. No quiere jubilarse y detesta que lo jubilen. Clava la clásica duda de William Shakespeare y condiciona el funcionamiento de la Coalición.

Ser o no ser. ¿Candidato de nuevo o no?

El Primer Tiempo anticipa la continuidad del Segundo, que tal vez no salga a jugarlo.

La duda atormenta y coincide con la gestación del suplicante Operativo Clamor.

El Ángel baja líneas como un precandidato. Pero si se lanza, al cierre del despacho puede asegurarse que Larreta se dispone a enfrentarlo en una interna.

Como Patricia, aunque tenga menos fierros y se caigan, previsiblemente, las PASO.

Patricia está segura: Mauricio no va a presentarse.

Imagina la interna privada con Horacio. Como la que tuvieron la señora Graciela Fernández Meijide con De la Rúa, El Radical Traicionado. O como la interna que entusiasma, Menem-Cafiero.

En 2015 nadie de la Mutual podía enfrentarse al Ángel. Desde el partido vecinal alcanzaron la proeza de manejar las tres grandes cajas. Nación, Provincia Inviable y el Maxi Quiosco, Artificio Autónomo.

Gracias al territorio, aportado por radicales, y a los baños de decencia que sabía cotizar la señora Carrió.

2.- El Primo Rico

Para despachar en el Maxi Quiosco el mejor aspectado es Jorge Macri, El Primo (que era) Pobre.

Le Maire de Vicente López pasó a ser el ministro de Gobierno de Larreta, que se abstiene hasta hoy de levantarle la mano como su candidato.

Prefiere Larreta administrar su ansiedad y jugar con la eficiente ministra de Educación, Soledad Acuña. O con Fernán Quirós, televisivo ministro de Salud y gran comunicador.

Mientras tanto, Geniol entretiene a los radicales con la posible nominación de Martín Lousteau, El Personaje de Wilde. Cuesta admitir que un cambista fundacional no designe a otro mutualista fundacional para asegurar las cuentas administradas durante 16 años.

Aparte, El Primo (que era) Pobre está condicionado también por la duda del Primo Rico.

Dos Macri en la oferta electoral, para la Nación y el Maxi Quiosco, como menú sería excesivo.

El Macri Pobre debió hacerle caso al entrometido que le sugirió agregar el apellido de la madre. Boga. Que fuera Jorge Boga Macri. Pero es tarde.

El problema del Primo no es Lousteau. El obstáculo es el de siempre. El Primo Rico. Siempre jefe. El Ángel.

3.- Bendiciones

Atenti, Larreta, el bullrichismo avanza. Con la potente narrativa autobiográfica que se extiende desde los turbulentos 70 hasta la asunción de la verdadera identidad.

Patricia Bullrich Luro Pueyrredón “camina”. Se retroalimenta en todos los canales abiertos y de cable. El Canal Uganda ya es como el patio de su casa. Tiene dos candidatos para gobernar la Provincia Inviable (con opción a tres).

Javier Iguacel, Le Maire de Capitán Sarmiento, garganta inapelable que con botonería heroica supo alimentar el arsenal informativo del fiscal Diego Luciani, Strasserita.

El senador Joaquín De la Torre, El Ancho de Berisso. Junta votos conjeturales desde el Edificio Rulero y planifica estrategias para competir contra Diego Santilli, El Bermellón, crédito de Larreta, a quien El Ancho no acepta «en la provincia» por ser porteño. Como si Ruckauf, Scioli o Kicillof hubieran crecido en el conurbano.

La tesitura contra Santilli es, en realidad, contra Larreta. Tesitura que el bullrichismo comparte con Mauricio.

En un rapto de calculada melancolía, El Ángel Exterminador aceptó de nuevo en la corte a la dama que había exterminado. Hasta la desangelación.

La Chica de Flores del Plan V trunco volvió a ser bendecida por El Ángel. Y en el combo de María Eugenia le llegó servido Cristian Ritondo, El Potro.

Peronista Originario que se prepara para clausurar el ascenso de otro Peronista Originario. El Bermellón.

Y cuando El Potro Ritondo se convenció que contaba con la bendición del Ángel debió sorprenderse con la irrupción de otro bendecido.

Néstor Grindetti. Aspirante a la gobernación que tiene un master histórico en macrismo. Fue funcionario de Franco, el Macri que de verdad valía.

Como Maire de Lanús lleva ya dos períodos y Patricia quiere facturarlo como propio.

Pero Grindetti espera que la duda de Hamlet se disipe.

Tiene la osadía de pasear al Ángel por Lanús Oeste y sin que nadie lo insulte. Al contrario. Logra, en la caminata, saludos sigilosamente improvisados de aliento y aprobación.